Hola Carolina. Muchas gracias por tu comentario. Muy bonito el comentario de José: “Quiero una ciudad Feliz!!!” Todos queremos una ciudad amable con las personas, y como dijo Lidia, el cambio comienza por uno mismo. En este caso, es la propia ciudad quien debe mirarse a si misma y pensar qué futuro quiere: si desea seguir siendo una ciudad para los carros o si por el contrario toma el rumbo hacia una mayor caminabilidad y uso de la bicicleta. La educación de los niños juega un papel clave, ya que como explica David Sim, ellos a su vez re-educan a los adultos a respetar el medioambiente y la convivencia. No es tan difícil conseguir una ciudad amigable y sostenible si hay un cambio de conciencia y se da más valor a cosas como el patrimonio, la naturaleza, la cultura, el respeto, la educación, etc.
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